Una nueva sátira pública se está extendiendo en París, rebosando mordacidad y sarcasmo. El brandalism (brand + vandalism), descrito como «una revuelta contra el control empresarial del reino visual», es el mayor movimiento de protesta contra la publicidad masiva que se ha conocido hasta ahora.
El brandalism se fundó en 2012 y desde entonces ha crecido diez veces, incluyendo artistas y activistas de todo el globo. Actúan reemplazando los anuncios comunes y corrientes de siempre —que te incitan desesperadamente a comprar cosas que ni quieres ni necesitas— por algo sutilmente diferente. ¿Lo ves?…
This spoof advertisement in Paris by @BrandalismUK pokes fun at VW, while making a serious point #climatechangepic.twitter.com/ACYlYOGoYm
— This Week in Germany (@ThisWeekGermany) November 30, 2015
Los artistas de guerrilla se han burlado del consumismo y han llamado la atención sobre empresas que perjudican el planeta, destacando su hipocresía a la hora de patrocinar las cumbres sobre el clima de la ONU, con más de 600 obras de arte esta semana en París. La protesta de los antipublicidad coincide con la marcha de cientos de personas de todo el mundo este fin de semana para apoyar un acuerdo sólido sobre el cambio climático. Las obras de arte repartidas por la ciudad, no obstante, se centran en las marcas patrocinadoras y en su hipocresía apoyando la cumbre sobre el cambio climático.
#Brandalism in Paris—highlighting the links between consumerism & climate change: https://t.co/XN1k3ZAfhs pic.twitter.com/slEbSW33pC — Bean (@SomersetBean) November 29, 2015
Los políticos tampoco se han librado de la mirada fulminante de los antipublicidad; arriba se ve a David Cameron vestido con ropa de la F1 cubierto por los patrocinadores como The Sun, mientras que, abajo, a George Osborne se lo critica por la dependencia continua del Reino Unido del petróleo.
Have you seen these? @NaomiAKlein @SolutionsCOP21 No corporate solutions #COP21Paris #Brandalism pic.twitter.com/BhdGJIkdFA
— BrandalismUK (@BrandalismUK) November 29, 2015
Posteriormente, las obras se difundieron por los medios sociales desde la cuenta de @BrandalismUK y, luego, por una extensa y diversa audiencia general, lo cual permitió expandir el mensaje mucho más allá. En unas declaraciones, Joe Elan de Brandalism dijo: «Al financiar las charlas sobre el clima, los mayores contaminadores, como Air France y GDF-Suez-Engie, pueden publicitarse como parte de la solución… cuando, en realidad, son parte del problema».
@BrandalismUK mocks @COP21 #lobbying with #streetart on #bus stops of @Paris @streetartnews @wadmag @MilkStudios pic.twitter.com/4zSmdEr1HL — Annabelle Azade (@AnnabelleAzade) November 30, 2015
.@BrandalismUK / Don’t Nuke the Climate #Fukushima #COP21 #nucleaire pic.twitter.com/CLOAqUWnOx
— ClémenceD (@clemencejeanned) November 29, 2015
Las protestas desafían a las empresas y a los políticos implicados, con el peligro de una crisis en los medios sociales siempre a la vuelta de la esquina. A medida que la protesta alcanza a un público cada vez mayor en los medios sociales, más y más medios de comunicación se verán obligados a comenzar a cubrir el fenómeno o a continuar haciéndolo. De ser así, resultará interesante ver cómo reaccionan.
Desde Climate Games esperan provocar una revuelta con una mayor desobediencia creativa por equipos, y crear un mapa de los resultados. En 2014 y 2015 tuvieron lugar eventos similares en Ámsterdam, en los que participaron más de 200 persona. Puedes encontrar más información o unirte a un equipo aquí.